Y llegamos a Laerdal. Cómo no, este pueblo también tiene su fiordo. Aquí estamos los tres en la enésima foto con trípode improvisado y temporizador.
¡Nuestra cabaña!
Embarcadero en el camping.
Impresionante el camping, ¿eh?
Por la tarde, una vez instalados, decidimos hacer una excursión a Borgund, un pueblo cercano a Laerdal en el que se encuentra la iglesia medieval (del siglo XII) mejor conservada de Noruega. La verdad es que nos encantó esta escapadilla que hicimos. La iglesia nos sorprendió, no pensábamos que fuese a ser así. Y a la vuelta, cogimos una ruta turística (en vez de volver a través de media docena de túneles por los que no ves absolutamente nada) que fue impresionante. ¡Sólo nos faltó ver salmones río arriba, eh ama!
Vista de la iglesia de Borgund. No había nadie más en el pueblo, sólo nosotros tres y tres docenas de ovejas.
El cementerio alrededor de la iglesia. Hoy en día sigue siendo igual. Los cementerios se asientan alrededor de las iglesias a lo lardo de toda Noruega.
Amatxi y yo posando para la "foto 1.372".
A continuación, un par de fotos de la ruta de vuelta a Laerdal. ¡Impresionante!
Río de agua transparente con cascada incorporada. La pili y yo a lo lejos intentando avistar salmones. Desgraciadamente, no hubo suerte.
El mismo río a su paso por el siguiente pueblo. Bueno, pueblo, pueblo... "agrupación de al menos 2 casas".
Kepita y yo en la cascada del pueblo de Galdane, abandonado en 1947 aunque anteriormente vivieron hasta 12 familias con hijos.
Después de nuestra excursión, volvimos al camping y cenamos. Vimos un poco la tele, aunque la pili no entendía "nothing the nothing" y Kepita y yo estábamos demasiado cansados como para poner toda nuestra atención en tratar de entender lo que decían. Así que nos fuimos pronto a la cama (¡qué bien dormimos, eh!) porque a la mañana siguiente nos esperaba un gran viaje por la antigua carretera que une Laerdal con Aurland. Hasta el año 2000, la única forma de comunicación entre estos dos pueblos era esta carretera, hasta que se construyó el túnel. Nos quedamos atónitos cuándo vimos las condiciones de esa carretera (en invierno permanece cerrada durante días debido al mal tiempo) que había sido el único nexo entre los dos pueblos durante tantísimos años... ¡espectacular! Pero eso será en el próximo capítulo...
Un besazo a todos.
P.D.: Una toñeja dedicada al "macarra de la barra" con mucho cariño. Que ya he descubierto quién es. ¡Ójala pudieses venir en la maleta de Aitor! No te preocupes, me comprometo a ser tu guía particular si algún día quieres venir a Noruega.
4 comentarios:
Ahora que yo también sé quien es el macarra de la barra, ni lo sueñes pequeño :-D.
Bueno Andrea, ya queda menos para dejar de ver los paisajes en tu blog y verlos en vivo y en directo... Lo que pasa es que hará un frio....
¡Pues habrá que abrigarse Rotial! Porque en Noruega no te puedes quedar en casa esperando a que llegue el buen tiempo... sino, no saldrías nunca. Tengo muchas ganas de que vengas y de enseñarte todo esto.
Un beso
Nena, mira si puedes modificar lo de la iglesia siglo XXI,- es medieval y se te ha colado en medio una X, "es lo que tienen los números romanos"
Como ves nos leemos todito todo.
¿para cuándo una fotito de tu atuendo de enfermera? es que parece que estas siempre de vacaciones y no es cierto., también se trabaja ¿ó no?
Besos y achuchón.
¡Muchas gracias por el apunte pilili! Se me debió escapar la tecla... Hoy he llevado la cámara al hospital pero al final no ha habido foto... mañana libro pero a ver si el viernes me saco una y la cuelgo en el blog.
Besos
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